La escuela de primaria del Colegio Giugliano (Italia) ha llevado a cabo una innovadora iniciativa basándose de una de las cosas más cotidianas que existen: las flores.
El proyecto pretende educar sobre las emociones, la inclusión, la diversidad, el respeto y la conciencia de las diferencias individuales a través del arte. Consiste en que cada estudiante es una flor en su singularidad que debe hacerse florecer.
Las actividades comenzaron en enero y las exposiciones tuvieron lugar en mayo con los trabajos finales de cada clase.