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Descubriendo el mundo a través de los sentidos: Una experiencia de empatía e inclusión en el Instituto México Maternal, Preescolar y Primaria

En el Instituto México Maternal, Preescolar y Primaria, vivimos una jornada inolvidable dedicada a fortalecer la empatía, la inclusión y el respeto hacia las personas con discapacidades. Esta actividad se llevó a cabo en el aula de SHALOM, un espacio donde nuestras niñas y niños voluntariamente participaron en una experiencia sensorial que los llevó a descubrir el mundo desde una perspectiva diferente.

Una actividad con los ojos vendados

Las niñas y los niños se vendaron los ojos y, guiados por los maestros y compañeros del Grupo SHALOM, exploraron su entorno utilizando exclusivamente sus sentidos del tacto, el oído, el gusto y el olfato. Esta dinámica fue diseñada para ponerlos en los zapatos de quienes enfrentan diariamente los desafíos de vivir sin vista, ayudándolos a comprender mejor su realidad y desarrollar una mayor sensibilidad hacia sus necesidades.

El poder de los colores más allá de la vista

La actividad se inspiró en El libro negro de los colores de Menena Cottin y Rosana Faría (Ediciones Tecolote, 2006), una obra que nos invita a reflexionar sobre cómo las personas ciegas pueden «ver» los colores a través de los otros sentidos. Mediante de este libro, las niñas y los niños aprendieron que Tomás, el protagonista, no necesita ver los colores para experimentarlos: él los percibe a través de sus olores, texturas, sonidos y sabores.

Por ejemplo, las niñas y los niños experimentaron el frescor y aroma de la menta para imaginar el verde, o el dulce sabor del chocolate para evocar el marrón. Esta actividad no solo los sumergió en el mundo sensorial de Tomás, sino que también les permitió reflexionar sobre cómo percibimos el mundo más allá de la vista.

Lecciones de inclusión y apoyo mutuo

A través de esta actividad, nuestros estudiantes lograron entender cómo una persona ciega percibe y vive el día a día, creando un espacio de diálogo y aprendizaje compartido. Más allá de la experiencia sensorial, el ejercicio fortaleció valores fundamentales como la inclusión, el respeto y la solidaridad.

Nos llena de orgullo saber que esta actividad impactó profundamente a nuestros alumnos, ayudándolos a comprender la importancia de apoyar y convivir con empatía hacia quienes enfrentan realidades diferentes a las suyas. Este tipo de experiencias reflejan nuestro compromiso como comunidad educativa para formar personas integrales, sensibles y comprometidas con los demás.

Fabian de Jesús Bárcenas Ramírez – Grupo SHALOM y profesor

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